Alcanza un 70% de la cirugía mayor que realizamos. Al ser nuestra Sección centro de referencia de muchas provincias españolas, tenemos una nutrida casuística. Lo anterior y el gran prestigio de nuestra Sección en esta patología, muy conocida no sólo en medios sanitarios sino también en las Sociedades de padres con niños fisurados, hace que, actualmente, la afluencia sea cada vez mayor.
El primer contacto con la familia tiene que ser tranquilizador y sobre todo esperanzador. Se les informa a los padres sobre la alimentación, otros hábitos diarios y la cronología de las cirugías y de la intervención de otras especialidades a lo largo de la vida del niño. Se les entrega un tríptico informativo sobre la patología de los niños fisurados realizado en nuestra Sección y también los datos de contacto con Asociaciones de padres de niños fisurados de Madrid, para que sí lo desean soliciten información a estas asociaciones.
En el caso que hayan alcanzado la edad y el peso correcto para la intervención quirúrgica, se les incorpora a la lista quirúrgica en el Servicio de Admisión y se les entrega y firman el consentimiento informado.
En algunos niños muy severos se colocan dispositivos intraorales ortopédicos prequirúrgicos, antes de los tres meses para aminorar la severidad de la fisura. En la Sección hemos sido pioneros en la colocación de estos dispositivos en España, alguno de ellos con diseño propio y exclusivo.
A los tres meses se interviene el labio fisurado y a los doce meses el paladar fisurado.
Durante el crecimiento del niño, el seguimiento de estos pacientes es estricto y protocolizado. La Sección de Maxilofacial Infantil actúa como coordinadora de otros especialistas que los pacientes deben visitar a lo largo de su crecimiento.
Desde hace 10-15 años se realizan sesiones conjuntas con Ortodoncistas (del ámbito privado), para exponer los casos de niños que precisan tratamiento combinado de ortodoncia y cirugía.
Si fuese preciso se tratan las secuelas de niños fisurados durante la infancia. La encía fisurada es intervenida mediante la colocación de un injerto óseo entre los 8-12 años, bajo la colaboración estrecha de su Ortodoncista.
Hay que destacar que de toda la patología maxilofacial Infantil, el 60% son pacientes con Fisuras Faciales y que necesitan nuestra ayuda a lo largo de sus primeros 25 años de vida. En nuestro hospital se han tratado más de 5000 pacientes fisurados a lo largo de su historia.
Parte del éxito, no son solo la gran cantidad de pacientes tratados, sino la gran cualificación de los médicos maxilofaciales infantiles que a lo largo de su historia se han dedicados de manera exclusiva y al 100 % de su tiempo profesional a la patología Infantil, y en concreto al paciente fisurado.
La característica principal del paciente infantil es su estado de crecimiento constante por lo que las medidas terapéuticas, diagnósticas y preventivas también varían, en las distintas etapas que transcurren entre el neonato y el adulto. El aprendizaje del cirujano Maxilofacial Infantil es tan largo como el mismo crecimiento del niño, unos 25 años.
El profesional precisa no solo de experiencia y de un número de pacientes tratados, para adquirir habilidad quirúrgica, sino también de tiempo de aprendizaje para visualizar como los resultados van variando con el crecimiento.
Equipo multi e inter disciplinar
- Ginecólogo: puede detectar la malformación antes del nacimiento por ecografía.
- Neonatología: valoración estrecha los primeros días de vida en alimentación y respiración.
- Pediatra: estudia al niño desde el momento del nacimiento y se asegura de que no haya otras lesiones asociadas; aconsejará sobre la alimentación y vigilará el desarrollo saludable del niño.
- Enfermería: especializada en alimentación.
- Foniatra: ayuda en la alimentación y fonación. una vez se haya hecho la operación del paladar y también cuando el niño se escolarice, el niño debe recibir terapia foniátrica para ayudarle a superar las dificultades en el habla y el lenguaje, si las hubiera. El protocolo de actuación con el foniatra debe comenzar en el primer año de vida.
- Genetista: realiza estudio y asesoramiento genético
- Cirujano maxilofacial: intervendrá en la mayor parte de los tratamientos quirúrgicos que afectarán a su hijo; este tratamiento se realiza de un modo escalonado en diversos momentos de la vida del niño.
- La valoración tiene que ser antes de los 10 días para evaluar si precisa ortopedia prequirúrgica.
- En algunos niños con Pierre Robin hay que intervenir de Urgencia en la primera semana de vida.
- Otorrinolaringólogo: los niños con fisura del paladar padecen otitis con frecuencia y por ello necesitarán un seguimiento de la función auditiva y en determinados casos tratamiento quirúrgico.
- Dentista: es importante cuidar los dientes desde el primer momento que erupcionen y enseñarle los hábitos de higiene para mantener los dientes sanos y que el niño pueda llegar a adulto con su dentición completa y sana.
- Ortodoncista: en las fisuras con afectación alveolar los dientes pueden estar alterados en cantidad, morfología y posición y se necesitará tratamiento con aparatos dentales convencionales.
A los cuatro años se valora la necesidad de tratamiento de ortopedia con aparatos para ensanchar y hacer crecer el maxilar. El seguimiento del niño durante un largo período de tiempo es totalmente necesario y se alternarán momentos de tratamiento activo con aparatos de ortodoncia con otros de simple observación del crecimiento facial. La observación hasta que finalice el crecimiento facial es fundamental para decidir sí finalmente el paciente necesita cirugía ortognática o no.